La política es el arte de gobernar los pueblos y conservar el orden y las buenas costumbres.
La palabra “política” proviene del griego y deriva de “polis’, o sea la ciudad-Estado. Etimológicamente significa, pues, todo lo referente a la buena marcha de la ciudad , o mejor, del Estado.
No debemos confundir política con politiquería, es decir, con la actividad de los malos políticos que siempre encuentran mal lo que realiza o dice el adversario, que hablan de lo que no saben, increpan al que piensa distinto, que prometen lo que no pueden cumplir, que no reparan en medios, por malos que ellos sean, que malgastan el fondo público, caen en la corrupción, y acuden a la demagogia y el clientelismo para conseguir los votos de sus conciudadanos.
Algo de que acá en Argentina, en todos los ámbitos estamos un poco acostumbrados. Sin embargo, es necesario que podamos hacer esa diferencia. La clase política que nosotros pusimos al frente se encarga facilmente de denigrar la imagen de la política.
Firmemente creo, que el primer paso para comenzar a sanear nuestros gobiernos, es creer que es posible. Desde esa ingenua esperanza (para algunos) podemos dar el primer paso para empezar a mejorar las cosas. Pero desde luego que no debemos quedarnos en eso, seguidamente viene el camino difícil, que van desde la educación y la formación (no podemos elegir o ser elegidos si no nos preparamos) hasta la participación en alguna de las instituciones, y cuando digo instituciones no me refiero solo al estado, sino a clubes, consorcios, empresas privadas, familia, iglesias, asociaciones, cooperativas, colegios, etc.
Ignorante político
El peor analfabeto es el analfabeto político.
El no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.
El no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.Bertolt Brecht
Volviendo… La política es la más noble de todas las disciplinas. Es el conocimiento supremo, porque busca la felicidad de los individuos y de la sociedad en general. La política está ligada a la moral. La moral busca la felicidad, (La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser humano en concordancia con la sociedad y consigo mismo) y quien sabe dictar las leyes del Estado conduce a sus habitantes hacia la felicidad.
El medio para obtener la felicidad es la virtud. Por eso la función inmediata del Estado es hacer a los hombres virtuosos. La política de un Estado debe orientar la virtud de los ciudadanos y de los gobernantes. Para ello, el Estado debe armonizar el cumplimiento de los deberes con la defensa de los derechos.
La Virtud es poder llegar a las metas propuestas sin pisar las de los otros, porque pone a los demás de su lado y los lleva a alcanzar un objetivo común.
Las cuatro virtudes clásicas son:
- Templanza
- Prudencia
- Fortaleza
- Justicia